Nick Jonas. Bautismo para miles de fans
La emoción de miles de niñas y adolescentes marcó el recital de Nick Jonas en el Velódromo. Para muchas de ellas fue su primer recital de rock y pop. Algo que a los 8 o 9 años, era impensable una o dos generaciones atrás. Canta, compone, toca la guitarra y actúa. Es una de las estrellas de la factoría Disney, desde que el estudio del viejo Walt decidió incursionar con fuerza casi hegemónica en el mundo de la música pop. Nick Jonas, el menor de los hermanos Jonas (los Jonas Brothers, obviamente) parece, a los 19 años, un miembro veterano de la farándula de Hollywood. En Montevideo honró los códigos de las estrellas inalcanzables: saludó a las fans en la puerta del hotel, prudentemente rodeado de guardaespaldas, ofreció un concierto potente y fue amable con el público -dijo "hola", "gracias" y "Uruguay". Dejó en claro que es un profesional del espectáculo.
El recital recorrió el disco Who I Am, el primero de Nick Jonas & The Administration, un conjunto solvente integrado por exmúsicos de Prince, como el guitarrista zurdo Sonny Thompson -el que más se luce- así como canciones que hicieron famosos a los Jonas Brothers (como BB Good).
Durante algo menos de dos horas, las fanáticas no dejaron de aullar y chillar cada vez que el rostro de Nick aparecía en las pantallas al costado del escenario. Cada gesto, cada mirada era un disparador de gritos. La escenografía era estática, sencilla. Es que el show apuesta al carisma del artista, experiente en el manejo de la escena: sabe cuándo sacarse el saco, en qué momento aflojarse la corbata, cómo dirigirse a un público entregado. Además de sus hits, cantó I Saw Her Standing There (Beatles) en una versión donde la banda muestra su swing, y Bring Him Home, del musical Los Miserables, que protagoniza en el West End londinense.
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